Se trata de un edificio aislado, edificado en una parcela situada en medio de la explanada del aparcamiento del “Centro Comercial Sant Boi”. El edificio está destinado al uso de restaurante.
Dos muros de hormigón, de 2,28 m. de altura y de la longitud total del solar, situados en los dos límites laterales, este y oeste, y por encima de una plataforma de planta baja, delimitan un espacio propio de proyecto, un espacio que busca su referencia e intimidad en medio de la extensión sin límites de un entorno inhóspito.
El edificio se abre de una manera franca por su cara norte, su acceso. Ensalzado encima de la plataforma pétrea de 1,00 m. de altura ofrece una fachada a toda altura, transparente, que protege en su interior un gran volumen vacio, un generoso refugio, un doble espacio valiente y acotado por el suelo de la planta baja y el techo estructural de la cubierta del edificio, de geometría descendiente, conduciendo el interior hacia la última crujía del edificio que es donde se sitúan todos los elementos funcionales del edificio.
Unas grandes lamas horizontales de madera circundan el volumen construido por encima de los dos muros de hormigón laterales, definiendo una arquitectura limpia y regular de geometría estricta.
COAUTORES: Josep Carreté.
